Estos productos, fruto de la combinación de tradición y tecnología nos proporcionan, además de comodidad y placer, múltiples beneficios nutricionales dentro de una dieta variada y equilibrada. Así, su aporte de proteínas con un perfil aminoacídico de calidad, junto a su interesante contenido en determinados micronutrientes, como las vitaminas del grupo B (B1, B6 y B12), y minerales, como el fósforo o el zinc, entre otros, conforman un alimento óptimo a tener en cuenta en cualquier dieta a escala mundial.
Pero además del factor nutricional, la importancia del sector cárnico también se circunscribe al ámbito económico, ya que es un importante motor de la economía española, cuyas exportaciones continúan aumentando. De hecho, según los últimos datos, la cantidad de carne total exportada ascendió a 2.090.953 toneladas y a 182.566 toneladas en el caso de derivados, observándose un incremento aproximado de un 30 % en los últimos años.
Sin duda, uno de los mejores avales de esta evolución es la reconocida calidad de nuestros productos a nivel internacional. Un ejemplo son los derivados cárnicos, algunos de los más apreciados en el mundo se producen en España y son emblema de la gastronomía española.
Además, no solo debemos enorgullecernos de nuestros elaborados, sino que contamos con una gran variedad de especies y cortes de carnes frescas con reconocimiento a nivel internacional.
Por otro lado, y desde un punto de vista gastronómico, son numerosas las recetas de carne española que han traspasado nuestras fronteras. Con todo esto, la despensa española, tan famosa en los cinco continentes, no sería lo mismo sin la abundancia, sutileza y singularidad de nuestra colección de carne sabrosa, nutritiva y versátil para todos los paladares.