Los consumos máximos saludables de carne roja que habían establecido autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el National Health Service británico (NHS) podrían sufrir una revisión al alza. Eso es lo que plantea un estudio realizado por la McMaster University (Hamilton, Canadá) y presentado el pasado mes de agosto en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Múnich.
El diario digital El Confidencial se hace eco de este ingente trabajo -Prospective Urban Rural Epidemiological (PURE)- que ha contado con la participación de una muestra de 218.000 personas de 50 países en cinco continentes. Su objetivo ha sido aclarar los componentes de una dieta moderna e internacional que promueva la salud del corazón y la longevidad.
Los resultados del estudio sugieren que debe limitarse la ingesta de carbohidratos refinados y que los productos lácteos y la carne roja puede incluirse como parte de una dieta saludable.