La apuesta firme de ganaderos e industria cárnica por la I+D+i ha permitido mejorar aún más la calidad nutricional de la carne de vacuno, como la incorporación ácidos grasos omega-3 mediante la alimentación del ganado. La carne es ya por sí misma una fuente natural y fundamental de proteínas de alto valor biológico, de hierro, fósforo, zinc y vitaminas del grupo B, entre otros beneficios nutricionales para el organismo.
Estudios científicos demuestran que una alimentación equilibrada en relación a la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados ayuda a disminuir la aparición de enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares o respiratorios.
“Incrementar el contenido de Omega-3 en la dieta del ganado a partir de materias primas que sean ricas en este ácido graso poliinsaturado, va a hacer que el ternero lo pueda incorporar después más fácilmente a su musculatura y nosotros lo podamos incorporar a la nuestra a través de la ingesta de esta carne del ternero”, según María del Mar Campo, profesora titular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.
“En principio, las técnicas tradicionales que hay para mejorar el perfil lipídico de la carne son a través de selección genética o de la alimentación del ganado, afirma Carlos Álvarez, científico del Teagasc (Irlanda), que ha trabajado en un proyecto que ha empleado nanotecnología y los ultrasonidos para incorporar ácidos grasos Omega-3 a la carne.
Los reportajes sobre la carne se emiten cada semana en la cadena pública de radio y se adscriben a la radiofórmula de Radio 5, basada en la redifusión de contenidos, reforzada, a su vez, por su divulgación a través de las redes sociales.