El Modelo de Producción Europeo (MEP) sigue los estándares de calidad y seguridad alimentaria más elevados del mundo, controlados por un sistema de trazabilidad de la granja a la mesa, garantizan un alimento saludable, seguro, de máxima calidad y producido con bajo impacto ambiental.
La producción de carne de vacuno en España se distingue por el modelo de producción sostenible, por la diversidad de razas, por las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, por la variedad de cortes en función de la edad de sacrificio y sobre todo, por la producción y comercialización de carne de animales más jóvenes, más sabrosa y con mayor jugosidad y digestibilidad.
Pilares fundamentales:
Sanidad Animal:
La cría de animales sanos y la producción de carne se realizan conforme a la legislación de la UE en materia de prevención y lucha contra las enfermedades animales y medidas de bioseguridad en las explotaciones e industrias de transformación.
El sistema de alimentación del ganado de vacuno español está basado principalmente en el consumo de cereales y oleaginosas de alto valor nutritivo.
Bienestar animal:
El confort influye en la mejora de vida de los animales y en una mayor calidad del producto en la explotación, durante el transporte y en el momento del sacrificio.
Sostenibilidad y respeto al medio ambiente:
La protección de la biodiversidad en la ganadería extensiva, la prevención, el control integrado de contaminación y la reducción de emisiones de efecto invernadero, tanto en granja como en industria de transformación cárnica.
Seguridad alimentaria:
La trazabilidad exhaustiva de cada animal permite seguir todo el proceso del producto para garantizar su control de calidad y la seguridad a lo largo de todo el proceso de producción y comercialización, con el objetivo de que el consumidor disponga siempre de productos sanos, seguros y de calidad.